El 35º Congreso de la ESTRO ha tenido lugar en Turín entre el 29 de abril y el 3 de mayo. Ha sido mi quinta asistencia a este evento bienal, pero ha sido la primera vez en la que mi presencia ha transcendido más allá de lo personal debido a mi espontánea actividad emitiendo su contenido en las redes sociales vía twitter.
Comencé la asistencia a las sesiones con el bloc de notas y el boli de siempre. Al segundo apunte me dije: «lo que apunto para mí en un papel es posible que interese a otros. En un bloc mi notas nadie las leerá. Voy a hacer apuntes para todos»
Fue así. No me movió la idea de hacer de reportero, porque no pretendí hacer una relación exhaustiva de los acontecimientos y hallazgos científicos del congreso (para ello ya están las agencias de noticias), sino la de destacar datos según mis gustos personales e intereses médicos. 100% subjetivo.
Un móvil de tercera, sin zoom en la cámara, con teclado infernal «diminuto-juntaletras» y la necesidad de poner en inglés correcto los tweets, fueron los responsables de no haber recogido todas las ideas que me interesaron. Mejor pertrechado fue Richard Simcock (@BreastDocUk) con su portátil Apple y su inglés congénito para dar mejor cuenta del evento. A favor de la ESTRO hay que resaltar que este año sí había cobertura wifi gratuita en todas las salas, lo que ha facilitado sobremanera el intercambio de información.
La relación de todo lo que publicado con el hastag #estro35 está en twitter y bien ordenadita aquí. Para mi sorpresa mi actividad tuitera sólo se vio superada por la de mi amigo inglés en la nube (y desde ahora también en la vida real)
Además de cruzar algunos tweets durante algunas sesiones (nos une entre otras cosas el interés en el tratamiento de los cánceres de cabeza y cuello) también intercambiamos impresiones en un par de charlitas. Un tío simpático, Richard. Para que luego digan que las redes sociales aíslan; no hagan ni caso. Desde que me metí en ellas no he hecho sino conocer gente interesante y ampliar el círculo de mis amigos.
Destaco algunos momentos, eminentemente clínicos, de mi TL:
Mi tweet del póster del hospital Plató de Barcelona sobre la ausencia de publicaciones de ensayos clínicos realizados en oncología radioterápica fue la primera mención en la red (de las muchas y merecidas posteriores) a este trabajo tan interesante y a la vez tan descorazonador.
Un pelín de revuelo se organizó con este otro, que con un holandés casi se disculpa. El porqué Holanda va a la cabeza de la investigación en oncología radioterápica queda explicado, entre otros motivos posibles, en ese póster. Tuve la oportunidad de asistir a una sesión sobre los radioterapia con aceleradores guiada por imagen, rutina a día de hoy en Utrech. Esta tecnología es, sin lugar a dudas, lo que más me ha impresionado de toda la ESTRO. No es sólo precisión, es la biología del tumor visualizada y modificándose con cada fracción permitiendo la adaptación en tiempo real a la evolución del cáncer.
De las charlas sobre partículas salí decepcionado ¿De verdad que todo lo que tiene que ofrecer la protonterapia son mejores curvas de isodosis? Sin lugar a dudas para ciertos tumores los tratamientos protones son una ventaja, pero en los más comunes hay muchas dudas.
Me moví entre las sesiones de cáncer de pulmón y cabeza y cuello, la estereotaxia y la inmunoterapia, sentado en las primeras filas con buena visión para paliar las deficiencias de la cámara del móvil.
Lamenté no poder asistir a una de las últimas sesiones/debate sobre hipofraccionamiento ¿Hay que abandonar el fraccionamiento clásico 2 Gy? Afortunadamente Richard Simcock se empleó a fondo (hasta empleó Periscope) para intentar compartir una mesa que a juzgar por los propios comentarios de Richard y el nivel de los componentes (Overgaard, Yarnold, Nahum y Vogelius) debió ser una auténtica tormenta de ideas. Desde hace unos años la ESTRO graba gran parte de las sesiones y es posible visualizarlas en modo streaming en un plazo de unas semanas. Espero que ésta sea una de las disponibles.
No ha habido grandes noticias, pero hay mucho futuro. Todo el mundo mira a la inmunoterapia, esta nueva medicina tiene visos de convertirse en la gran aliada de la radioterapia. Y,¡ojo!, que no todo son dosis ablativas.
La ESTRO nunca decepciona. La cantidad y calidad de los trabajos y ponencias hacen ver que hay una radioterapia más allá de la que vemos en el día a día, que te ponen verde de envidia en más de una ocasión.
Una parte importante de estos eventos es el viaje, conocer nuevos sitios, reencontrarte con amigos y hacer otros nuevos (creo que del servicio de Burgos ya sólo me queda conocer a su jefa y a algún físico, así que vamos a tener que hermanarnos).
Turín, a priori, no ofrecía mucho comparada con otras ciudades emblemáticas del turismo italiano, pero ahora no puedo dejar de recomendarla; se pueden invertir 2-3 días perfectamente en recorrer sus calles, museos y palacios y aún dejarse cosas en el tintero.
¡Bienvenido a DCF!
Me parece un gran resumen, Joaquín, gracias por compartirlo con DCF, y creo que señalas los cuatro frentes principales de nuestra actividad hoy:
– El asunto de los ensayos (que ha emergido con el trabajo de dos amigos, uno de ellos Jaime Pérez-Alija, colaborador de este blog y amigo personal que espero cuente el asunto en un futuro post) es sin duda algo que urge resolver.
– La innovación como un valor en si mismo es también un asunto polémico, como nos cuentas, y que hace que todos hoy vivamos una permanente esquizofrenia que nos hace oscilar entre el amor y el odio hacia tanto «gadget» que tras esa sensación de facilitar la tarea oculta un grado de sofisticación y complejidad que aleja todo el proceso de la inmediata intuición.
– La «decepción» con la protonterapia, que muchos comparten. Yo bromeo a veces con algún colega diciéndole «no me decepcionas… no esperaba gran cosa» y eso me ha pasado realmente con los protones. Nunca esperé de ellos nada más ¡y nada menos! que conformación. Creo que es razón suficiente para seguir deseando que exista disponibilidad en la oferta nacional, pero sin esperar de ellos más que eso, pues cada día estamos más seguros de que son radiación de baja LET y como tal no ofrecerán ninguna novedad radiobiológica que sí es posible que nos traiga la terapia con iones ligeros: carbono, oxígeno y otros. Recientemente publicamos la entrevista realizada a Alejandro Mazal, que de protones es un referente mundial.
– ¿qué decir del hipofraccionamiento? es sin duda un campo en el que tenemos que trabajar a toda velocidad pues todo hace pensar que tendrá un enorme impacto en la calidad del tratamiento y en la optimización de los recursos.
– y por último, la inmunoterapia y su interacción con la radioterapia, es sin duda el «tema estrella» de los últimos meses. Es raro el día que no encontramos en la red alguna publicación relacionada con ese asunto. Si realmente se acaba cumpliendo la expectativa, significará toda una revolución conceptual de la radioterapia. Habrá que estar muy atentos.
Solo he echado de menos algún apunte sobre genética y sobre bigdata/ensayos ¿no se presentó ningún resultado relevante sobre estos temas?
Gracias de nuevo por el post.
Gracias, Manuel. Pues que yo recuerde no hubo mucho sobre esos asuntos, por lo menos en la parte de las sesiones (o yo no me enteré porque la ESTRO es inabarcable) en la sección de póster si había comunicaciones de genética y radiobiología, eso sí lo miré.